El pasado 22 de abril arrancó la campaña del Ayuntamiento de València “para sensibilizar a la ciudadanía sobre los perjuicios que provoca en el transporte público la ocupación no autorizada del carril bus-taxi, como retenciones, colapsos circulatorios, pérdidas de frecuencia y accidentes”, tal como ha recordado el concejal del Área de Seguridad y Movilidad, Jesús Carbonell. La primera fase de la campaña de control y vigilancia de los carriles reservados a los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) y los taxis se prolongó durante una semana.
Esta campaña, desarrollada por agentes de la Policía Local e inspectores de la EMT, tenía carácter informativo, a través de avisos, recomendaciones e información de la normativa vigente a las personas usuarias de vehículos privados, que recurren con frecuencia al carril bus y dificultan su fluidez. Desde el pasado lunes 29 de abril, la campaña contempla una segunda fase, de carácter ejecutivo, que implica imponer las sanciones que marca el actual ordenamiento jurídico y que pueden llegar hasta los 300 euros.
Durante los últimos once días se han impuesto un total de 1.054 sanciones. Las multas por aparcar indebidamente en el carril bus ascienden a 719 y son las mayoritarias. También se han impuesto otras 276 sanciones por la circulación no autorizada de vehículos, 47 por paradas, y otras 12 por la intervención de la grúa municipal.
La invasión frecuente del carril bus-taxi “va claramente en contra de las dinámicas de un buen servicio de transporte público en la ciudad, ya sea con aparcamientos mínimos o prolongados, o con la circulación frecuente de los vehículos privados que, obviamente, tampoco está permitida”, ha explicado Jesús Carbonell.
“Durante la primera fase informativa hemos encontrado gente muy receptiva e implicada con la priorización del transporte público, pero como ya anunciamos, por el bien del transporte público, y en cumplimiento de los reglamentos de movilidad, se puso en marcha la fase ejecutiva. Debemos tener muy presente que el uso del transporte público y su fomento reducen notablemente la utilización del vehículo privado y ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas y a preservar el medio ambiente en la ciudad”, ha añadido el concejal del Área de Seguridad y Movilidad.
Cabe señalar que la idea la campaña surgió en el seno de la EMT, a raíz de las reuniones mantenidas con las propias centrales sindicales de la empresa municipal, quienes en pro del buen funcionamiento del transporte público, habían solicitado reiteradamente que se acabara con la ocupación no permitida de los carriles bus, porque además de “perjudicar al transporte público, incide directamente y de manera negativa” en el desarrollo diario de la labor del personal de conducción.