Un estudio liderado por la Fundación Fisabio (de la Conselleria de Sanidad de la Comunitat Valenciana), junto al Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV) del CSIC y el National Reference Center for Campylobacters and Helicobacters de Francia, ha desarrollado un método que predice con 100 % de precisión la resistencia de la bacteria Helicobacter pylori a la claritromicina y al levofloxacino. El trabajo, publicado el 26 de diciembre de 2025 en la revista The Lancet Microbe, busca mejorar el tratamiento personalizado de esta infección crónica común, que afecta a más del 50 % de la población mundial, y reducir los fracasos terapéuticos causados por la resistencia antibiótica.
Helicobacter pylori es una bacteria que coloniza el estómago, sobreviviendo en entornos muy ácidos. Aunque muchas personas infectadas no presentan síntomas, la bacteria puede causar gastritis, úlceras pépticas y, a largo plazo, incrementar el riesgo de cáncer gástrico y linfoma estomacal. El tratamiento estándar combina antibióticos con protectores gástricos para erradicar la bacteria, pero falla en alrededor del 25 % de los casos, principalmente por resistencia a los antibióticos.
El nuevo método utiliza la secuenciación genómica del ADN bacteriano para detectar mutaciones específicas asociadas a la resistencia, en lugar de los cultivos tradicionales en laboratorio (que son difíciles y lentos para esta bacteria). Los investigadores han creado un catálogo exhaustivo de mutaciones genéticas que permite predecir la sensibilidad a claritromicina y levofloxacino con total precisión solo analizando el genoma.
Entre las ventajas destacan la rapidez, la precisión y la reproducibilidad del enfoque genómico, que evita cultivos adicionales para pruebas de sensibilidad y ahorra tiempo y recursos. Además, el estudio estima la prevalencia global de estas resistencias, mostrando variaciones importantes por regiones geográficas.
Esta técnica es escalable y adaptable a plataformas de diagnóstico genómico en todo el mundo, lo que facilita su integración en la práctica clínica para seleccionar el tratamiento más eficaz desde el inicio. El proyecto forma parte de un consorcio internacional financiado y liderado por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, con participación de instituciones de España, Francia, Japón y Estados Unidos, y cuenta con apoyo del Consejo Europeo de Investigación y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades de España.
A largo plazo, los investigadores esperan que este avance contribuya a disminuir el fracaso terapéutico y a mejorar el control mundial de las infecciones por Helicobacter pylori.
Iñaki Comas, profesor de investigación del CSIC en el IBV, explica que “los tratamientos para erradicar Helicobacter pylori fallan en alrededor de un 25 % de los casos, generalmente debido a bacterias resistentes a alguno de los antibióticos usados”. Álvaro Chiner, investigador del Departamento de Genómica y Salud en la Fundación Fisabio y uno de los autores principales, señala que “la principal ventaja de este método es que evita tener que hacer el cultivo de la bacteria, muy difícil de realizar en el caso de Helicobacter pylori”. Añade que “aunque requiere hacer un cultivo para obtener el genoma de la bacteria, no es necesario hacer cultivos adicionales para identificar resistencias, lo que ahorra tiempo y recursos. Además, el método es más preciso y reproducible, lo cual evita errores asociados a las pruebas tradicionales”.




































