El gobierno local de Valencia está impulsando el desbloqueo y la reactivación económica de La Marina de Valencia, con el objetivo de convertirla en un referente de emprendimiento e innovación en el sur de Europa. En esta línea, hoy se ha dado un paso importante al constituir el organismo encargado de gestionar y liberar todos los espacios de este emblemático enclave.
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, celebró los acuerdos alcanzados en la reunión del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), donde también se adjudicaron las antiguas bases del equipo Iberdrola, con una inversión de 2,9 millones de euros, destinadas a la explotación de instalaciones náutico-deportivas.
Durante la reunión, celebrada en la Sala del Consejo del Edificio del Reloj del Puerto de Valencia, Catalá calificó el encuentro como «muy importante» y recordó que uno de los objetivos principales del gobierno local era desatascar La Marina y reactivar la zona. Tras la disolución del consorcio creado en 2007, quedaba pendiente encontrar una fórmula de cooperación entre el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria.
La alcaldesa destacó la aprobación de una comisión interadministrativa entre ambas entidades, que ya habían comenzado a trabajar el año pasado desbloqueando la concesión de la antigua base del equipo Alinghi. Este espacio se destinará al proyecto Marina de Empresa, con una inversión superior a los 18 millones de euros, lo que permitirá recuperar la zona y fomentar la innovación y el emprendimiento.
Además, el Consejo de Administración de la APV aprobó la concesión de las antiguas bases de Iberdrola para la empresa Sesame, con un contrato de 20 años y una inversión de 2,9 millones de euros, destinados a la rehabilitación y explotación de los inmuebles.
Catalá subrayó la rapidez con la que se están dando estos pasos, tras un bloqueo de ocho años, y resaltó que ahora se está generando inversión privada y nuevas oportunidades para el área. Anteriormente, el único proyecto previsto era la instalación de unas oficinas de Labora, que no habrían aportado valor económico a la zona.
Otro avance importante ha sido la adjudicación de la gestión privada de las instalaciones náutico-deportivas en la zona norte del Puerto de Valencia, un proceso en el que se llevaba trabajando varios meses y que era urgente para evitar posibles sanciones internacionales.
Finalmente, la alcaldesa destacó la importancia de los trámites administrativos aprobados para la ampliación de la terminal Norte del Puerto, una inversión de mil millones de euros que tendrá un impacto directo en el Producto Interior Bruto (PIB) de la ciudad y del país. Además, Catalá subrayó que Valencia está a la vanguardia en sostenibilidad ambiental, como lo demuestra la creación del primer corredor marítimo ferroviario, que permite transportar cargas desde Italia por tren, reduciendo la circulación de camiones y las emisiones contaminantes. También reiteró el compromiso del Ayuntamiento con la protección del medio ambiente, apoyando la declaración de la Albufera como Reserva de la Biosfera.