El Ayuntamiento de Valencia inicia la restauración de las Torres de Quart, catalogadas como Bien de Interés Cultural (BIC) desde principios del siglo XX, para reparar los daños causados por el paso del tiempo, el vandalismo y las condiciones climáticas de la ciudad. Los trabajos, que comenzarán en los próximos días y tendrán una duración de dos meses, cuentan con un presupuesto de 47.489,25 euros (IVA incluido) y serán realizados por la empresa Ibaizabal Técnicos y Obras SLU. Durante este periodo, las torres permanecerán cerradas al público por motivos de seguridad. El objetivo es conservar este emblemático monumento para las generaciones futuras y mantener su atractivo para los miles de visitantes que acuden a Valencia por su rico patrimonio cultural y arquitectónico.
Construidas entre 1441 y 1460 por Pere Bofill, junto a los maestros canteros Francesc Baldomar y Pere Compte, las Torres de Quart representan el estilo gótico valenciano tardío militar, inspirado en el Castel Nuovo de Nápoles. Declaradas Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1931, son, junto a las Torres de Serranos, las únicas puertas que se conservan de la antigua muralla medieval de Valencia. Sus gruesos muros aún muestran marcas de los cañonazos de la Guerra de la Independencia. El resto de las puertas y la muralla fueron demolidas en 1865 para generar empleo, ampliar la ciudad y mejorar la salubridad.
La última gran restauración de las torres se llevó a cabo en 2005, dirigida por el arquitecto Manuel Jesús Ramírez Blanco, e incluyó limpieza de superficies, consolidación de morteros y reparación de carpintería y cerrajería. Ahora, tras dos décadas, las torres presentan desconchados en la base debido al alto nivel freático, la humedad y el vandalismo, lo que requiere una nueva intervención. El proyecto abordará aspectos estructurales y estéticos, buscando devolver al monumento su consistencia original y prevenir futuros daños. Se aplicará un criterio de mínima intervención, utilizando solo los procesos y materiales necesarios para garantizar la durabilidad y reversibilidad de la obra.
Según el informe del arquitecto Javier Benlloch, la sillería en la base de las escarpas de las torres sufre acumulación de agua, lo que ha generado hongos. Los trabajos incluirán tratamiento con biocida, limpieza e hidrofugación. El revestimiento de cal de las escarpas, dañado por la lluvia, el riego de jardines cercanos y el uso indebido por parte del público, será renovado. En la planta baja, se retirará el mortero actual de los muros exteriores y se sustituirá por mortero microporoso, con un color acorde a intervenciones previas. La escalera principal se sellará para evitar filtraciones, y su base de sillería se limpiará con chorro de agua, biocida e hidrofugación.

Además, se repararán las barandillas metálicas oxidadas, se restaurará una losa de piedra desprendida en la entrada de la torre norte, y se eliminarán instalaciones eléctricas en desuso y focos no funcionales. Las carpinterías exteriores, de los años 60-70 y en mal estado por falta de mantenimiento, serán restauradas. También se sustituirá el zócalo de piedra artificial roto en la base de una escalera de acceso al mástil de la bandera, sellando las juntas con mortero de cal.
El concejal de Acción Cultural, Patrimonio y Recursos Culturales, José Luis Moreno, destacó: “Desde el actual Gobierno municipal, seguimos trabajando para mantener nuestro patrimonio histórico en las mejores condiciones de conservación, para el uso y disfrute de los valencianos y los cientos de miles de visitantes atraídos por el inconmensurable acervo cultural y arquitectónico de nuestra ciudad”. Además, subrayó: “Con esta acción, recuperamos el brillo de uno de nuestros monumentos más visitados, junto con la Lonja y las Torres de Serranos, preservándolo para las futuras generaciones”.






































