El emblemático retrato de Felipe V, símbolo de la memoria histórica de Xàtiva, ha regresado a su lugar habitual en el Museo de Bellas Artes de la ciudad tras casi dos años de restauración en el Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació (IVCR+i). Fiel a su historia, el cuadro vuelve a exhibirse cabeza abajo, como se ha hecho desde finales de los años 50 en señal de protesta por la brutal represión ejercida por el monarca borbónico.
La restauración, que ha durado cerca de dos años, ha incorporado por primera vez técnicas avanzadas como la realidad aumentada, permitiendo comparar la superficie del lienzo con imágenes obtenidas mediante infrarrojos y luz ultravioleta. Gracias a estos métodos, se han descubierto detalles inéditos, como la figura de un caballo en la Batalla de Almansa, así como inscripciones superpuestas que hacen referencia tanto a Felipe V como a Fernando, príncipe de Asturias.
Durante el proceso, el cuadro se ha mantenido mayoritariamente en posición invertida, tal como se expone desde hace casi siete décadas, excepto en el tratamiento del rostro, que requirió una manipulación especial por motivos técnicos. La intervención también ha incluido una limpieza profunda y la consolidación de la capa pictórica, muy deteriorada por restauraciones previas.

¿Por qué esta hacia abajo el retrato de Felipe V?
El retrato de Felipe V en el Museo de Bellas Artes de Xàtiva está boca abajo como un acto de protesta simbólica por la destrucción de la ciudad por orden del rey en 1707. La ciudad fue quemada como represalia por su apoyo al archiduque Carlos durante la Guerra de Sucesión.
El 19 de junio de 1707, Xàtiva fue incendiada por orden expresa del monarca tras resistirse a las tropas borbónicas y apoyar al archiduque Carlos de Austria durante la Guerra de Sucesión. Sus habitantes fueron deportados y la ciudad pasó a llamarse “San Felipe”.
El retrato invertido se ha convertido desde entonces en un emblema de la identidad local y del compromiso de la ciudad con la memoria histórica. El gesto de exhibir el retrato del primer Borbón cabeza abajo fue impulsado en los años 50 por el entonces director del museo, Carlos Sarthou, como acto de denuncia y recuperación de la memoria histórica.
Desde entonces, la imagen invertida de Felipe V se ha convertido en un emblema de identidad para la ciudadanía xativina y en símbolo de su rechazo al olvido. La fecha elegida para el regreso no es casual: este 19 de junio se cumplen exactamente 318 años de la quema de Xàtiva tras la resistencia de la ciudad al avance de las tropas borbónicas durante la Guerra de Sucesión. Aquella acción represiva supuso la destrucción casi total de la ciudad y la deportación de su población.