La València Tourist Card ha mostrando un notable incremento en sus ventas y un uso más digitalizado y sostenible. Entre enero y julio de este año, se ha registrado un aumento del 40 % en las ventas de la tarjeta, alcanzando las 118.087 unidades vendidas, mientras que los ingresos han crecido un 31,17 % en comparación con el mismo periodo de 2023.
Este éxito refleja una tendencia creciente entre los visitantes a utilizar la València Tourist Card no solo para el transporte público, cuyo uso ha aumentado un 56 %, sino también para acceder a museos y monumentos emblemáticos de la ciudad, donde se ha registrado un incremento del 80 % en los usos. Los puntos turísticos más frecuentados por los usuarios incluyen La Lonja de la Seda, la Catedral, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, las Torres de Serranos y de Quart, L’Almoina, el Museo Fallero, el IVAM, San Nicolás y el Museo Nacional de Cerámica.
Paula Llobet, concejala de Turismo, Innovación y Captación de Inversiones, destacó la importancia de este crecimiento en el contexto de un modelo turístico más inteligente y respetuoso con el medio ambiente. «El incremento en las ventas y la diversificación de los canales de distribución reflejan nuestro compromiso con un turismo más digitalizado y sostenible», señaló Llobet.
Además, la Fundación Visit València ha puesto en marcha varias iniciativas para hacer la tarjeta aún más sostenible. Este año, un 3 % de las tarjetas vendidas han sido recicladas, un dato que ha crecido un 70 %. Entre las acciones destacadas se incluyen la fabricación de tarjetas con biocaña, la oferta de un 15 % de descuento para quienes llegan a la ciudad en tren, y una campaña en redes sociales bajo el lema «Muévete en verde» que promueve un turismo responsable.
Las oficinas de turismo e intermediarios también han mostrado un incremento, con una destacada contribución de la oficina ubicada en el aeropuerto, que representa el 12,68 % del total de ventas. Los quioscos digitales han aumentado su uso en un 7 %, mientras que las máquinas vending tradicionales han visto una disminución del 16 %, indicando una clara preferencia por opciones más modernas y accesibles.