La Diputació de València ha sido la primera en dar un paso al frente en la activación del Fondo de Cooperación Municipal. El presidente, Vicent Mompó, acompañado por la vicepresidenta primera, Natàlia Enguix, y la diputada de Hacienda, Laura Sáez, han presentado un programa que distribuirá 60 millones de euros entre los municipios de la provincia y que podrá destinarse a inversión y gasto corriente, con una fórmula de reparto que protege a los pueblos más pequeños.
El presidente Mompó ha avanzado que la propuesta de reparto de los primeros 44 millones del Fondo de Cooperación, 40 millones para los municipios de menos de 50.000 habitantes y cuatro para las cinco ciudades con más de 50.000 habitantes, “se llevará este martes al pleno de junio por despacho extraordinario para que pueda transferirse cuanto antes a los ayuntamientos”. “Hemos esperado por prudencia, al haber dos recursos pendientes contra el anterior Fondo, pero siempre hemos dicho que es una herramienta muy útil para los municipios y que seguiríamos apostando por ella, y es momento de demostrarlo”, ha añadido Mompó.
En este sentido, Vicent Mompó ha explicado que la adhesión al nuevo Fondo de Cooperación es voluntaria, y eso permite igualmente que las diputaciones puedan establecer su propia fórmula de reparto. “Nuestra hoja de ruta pasa por estar más cerca de los municipios, en especial los más pequeños, y eso es lo que hemos reflejado en la propuesta de reparto que vamos a llevar al pleno de junio, que prima a los pueblos con menos recursos siguiendo los criterios aplicados por esta institución en los años anteriores”.
Mompó ha recordado que el Pla Obert que coordina la vicepresidenta Enguix y el Fondo de Cooperación Municipal “no son los únicos programas inversores con los que la Diputación ayuda a los ayuntamientos, que también recibirán fondos para la recuperación de patrimonio histórico, una línea que hemos rescatado tras seis años sin concederse, para servicios sociales, para la apertura de oficinas comarcales y la mejora de carreteras y del ciclo integral del agua, entre otras líneas y programas específicos como el de rehabilitación de trinquets o los ocho millones adicionales que recibe el Consorcio de Bomberos”.
En definitiva, “los ayuntamientos van a disponer durante la legislatura de más dinero para mantener sus infraestructuras y servicios, pero sobre todo de más ayuda de esta corporación para que ese dinero se quede en los pueblos y no vuelva a la Diputación”, ha concluido Vicent Mompó.
Por su parte, la vicepresidenta primera, Natàlia Enguix, ha celebrado que el Fondo de Cooperación Municipal “se apruebe antes del verano y proteja a los municipios de menos de 50.000 habitantes”. De esta forma, “los ayuntamientos van a recibir un dinero que les aporta liquidez y que se suma a los proyectos del Pla Obert que empezaremos a aprobar esta misma semana”, ha señalado Enguix, quien ha recordado que el principal programa inversor de la Diputación “se aprobó en tiempo récord, seis meses antes que los planes del anterior gobierno provincial, y con una dotación histórica que alcanza los 340 millones de euros para municipios y otros 10 para las mancomunidades”.
La vicepresidenta Enguix considera que la fórmula de reparto de la Diputación “es la más justa y equitativa”, si bien propone ir más allá en la discriminación positiva hacia los ayuntamientos con menos recursos y “estudiar la posibilidad de no contemplar en próximas entregas del Fondo de Cooperación a los cinco grandes municipios de la provincia, que se llevan un 10% del total de los recursos y disponen de otras líneas de inversión para sus proyectos”.
La fórmula de reparto que aplica la Diputació de València establece un fijo para cada municipio que oscila entre los 50.000 euros para los ayuntamientos de hasta 500 habitantes y los 103.000 euros para los consistorios de entre 20.001 y 50.000 habitantes. La clave está en el coeficiente poblacional aplicado por la corporación provincial a la hora de establecer la cantidad variable, que es de cuatro puntos en municipios de hasta 500 habitantes, tres puntos en los de 500 a 1.000 habitantes y así sucesivamente hasta el 0,75 que corresponde a los consistorios de entre 20.000 y 50.000 habitantes.
Con esta fórmula, las cantidades a repartir van desde los 51.072 euros que corresponden a Sempere, un municipio de la Vall d’Albaida con 31 habitantes censados, hasta los 514.750 euros que recibirá Alzira en este primera entrega del Fondo de Cooperación de 2024 de la Diputació de València, que se completará con otros 16 millones en los próximos meses. En cuanto a las grandes ciudades, los cuatro millones se reparten siguiendo los mismos criterios, lo que dejará 1.846.556 euros en Valencia capital; 556.343 euros en Torrent; 539.889 euros en Gandia; 531.615 euros en Paterna; y 525.597 euros en Sagunto.
La diputada de Hacienda, Laura Sáez, ha profundizado en las cuestiones jurídicas que han retrasado la puesta en marcha del Fondo de Cooperación este año. “Los recursos interpuestos al Fondo incondicionado que se venía aplicando desde la entrada en vigor del decreto de 2017 nos han llevado a esperar por precaución, para no tener que hacer marcha atrás en la asignación de los 40 millones que ya teníamos presupuestados para este año y los 20 millones que añadimos en el último pleno a través de una modificación presupuestaria”.
“Ahora ya conocemos las sentencias judiciales, tanto del Tribunal Constitucional como del TSJ, que no cuestionan la continuidad del Fondo, pero sí cambia el método de reparto en el ámbito autonómico”, detalla la responsable provincial de Hacienda, quien añade que, no obstante, “la Diputación tiene vía libre para establecer su propio criterio de reparto, lo que unido a la confirmación de la legalidad de la herramienta nos ha llevado a ponerla en marcha sin mayor dilación para hacer llegar cuanto antes el dinero a los ayuntamientos”.